domingo, 20 de abril de 2014

CINEMA PARADISO



Cinema  Paradiso fue la película que nos acompañó en esta ocasión, una cinta que evidencia el hacer cine dentro del cine.  Esta es una cinta sobre Toto, un niño que crece en la proyección del séptimo arte y que la herramienta de recordar le permitió  reconocer su pasado, el mismo que lo acompaño durante toda su vida, esa misma vida que significo para los que acompañamos esta producción reconocer que su historia es la misma historia del cine:un cine de censura, aceptado  y en declive.  

Esto es lo que se ha visto en el cine y que aún sigue viéndose,  un cine que fue cooptado por voces  oficiales de la sociedad que  le dijo: –esta escena es perversa, bórrala.   Miles de escenas del cine fueron y son aun consideradas impúdicas, escandalosas, las cuales siguen desapareciendo de nuestra visión  y Toto ese niño protagonista de la película y Alfredo su mentor, su maestro y su amigo sin más respuesta tuvieron que aceptar esta condición  ordenada  por el poder como única vía para continuar con sus vidas. 


De toda esa prohibición al transcurrir la película aparece los cine foros, los mismos que se han hecho en este espacio: compartir el cine en los barrios  y causar una sonrisa,  una sorpresa, una voz que diga: -me gusto, no me gusto.  El gusto no solamente por ver el cine, también compartirlo.   

Enseguida los que estuvimos allí viendo esta película tal vez comprendimos que el homenaje no solo fue a la historia del cine también fue un homenaje al amor y a la verdadera amistad, el amor al llevar un proyecto de vida y desarrollarlo con toda la fuerza del alma que solo las montañas pueden derrumbarlo y este fue el proyecto que Alfredo  y Toto desarrollaron durante toda su vida: el cine, pero también esta la verdadera amistad, esa que está contigo hasta el final, que regresa, que no te abandona, que te acompaña en tu desgracia, en tus tragedias,  también en tus sonrisas.

Toto nos permitió recordar como la vida nos presenta mil aventuras  y estas son las aventuras que compartimos en este espacio el cual es capaz de grabar una película dentro de una película,  crear cine en la misma vida. 

Proyectar cine e invitar a sus habitantes, sobre todo a los niños y niñas del territorio que con sus motos como la llaman ellos, fue la excusa para parquearlas frente a nuestro cine para pausar el día asoleado  y apreciar imágenes para la memoria.

Nuestra otra compañía fue los pequeños volantes que una vez más entregamos personalmente a los habitantes del barrio Gloria Lara II,  nuestro primer cartel invitando a su gente y un amplificador de sonido en la parte de afuera de la biblioteca comunitaria para generar esa sensación de que algo debe estar ocurriendo en  ese lugar  y que la curiosidad a de ser tan grande para que el cine sea revelado.  Estos fueron los elementos precisos, más no acordados previamente por nosotros,  para hacerle un homenaje al cine, a nuestra infancia, a la vida misma , a su declive y sobre todo a la amistad.       

 

Por: Felix Armando Melo
fameloto@gmail.com
 

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